Tu fuerza, tu
verdadera fuerza, aún está escondida oh mujer
Tu belleza, tu
calor, lo fácil que olvidas las heridas y te animas a amar
Oh mujer, quizá
nunca me ames por que tus cadenas te lo impiden
Pero yo sí valoro
lo tuyo pues en tus virtudes está escondida la divinidad
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