Oh tú, padre de los
desdichados
¿Alguna vez
reconocerás tu error?
Tu que elegiste la
codicia para saciarte
¿Alguna vez
reconocerás tu error?
Tu fortuna te trajo
el mayor infortunio
¿Alguna vez
reconocerás tu error?
Condenado estás a
una sed que nunca se acaba
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